CRISTALES


Los cristales son parte de nuestro planeta y nos han acompañado desde su inicio. Se han utilizado como elementos de protección y de decoración. Pero, además, los cristales se han utilizado con fines terapéuticos y curativos desde la antigüedad. La energía sanadora de los cristales está comprobada por la sabiduría antigua y hoy es objeto de investigaciones científicas.

 

El hecho de utilizar los cristales junto al Reiki y la Relajación tiene como objetivo el potenciar la transmisión de energía, de manera que se pueda conseguir un equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu que ayude a recuperar la salud.

 

La cristaloterapia, al igual que las Flores de Bach o el Reiki, es una terapia complementaria a cualquier tratamiento médico, por lo que jamás debe sustituirlo.

 

 


CUIDADO DE LOS CRISTALES

         Los cristales tienden a absorber las energías negativas tanto de los lugares como de las personas que están en contacto con ellos. Cuando nos regalan o compramos un cristal, no sabemos por qué manos ha pasado ni con qué emociones se ha encontrado antes de llegar a nosotros. Por esta razón, hay que limpiarlo y energizarlo antes de ser usado. También hay que limpiar y energizar los cristales después de llevarlos puestos y de haberlos usado para sanar.


         A continuación tienes distintas formas de limpiar y recargar los cristales.


1. Limpieza:

  •  Sumergir el cristal en agua con sal gorda y dejarlo durante toda la   noche.
  •  Lavarlo debajo del agua corriente (si es una fuente natural, mejor), visualizando cómo la energía negativa abandona la piedra.
  •  Envolverlo en una red y sumergirlo en el mar.
  • Sumergirlo en una infusión de salvia.

        

2. Recarga:

  • Exponer el cristal a la luz del sol durante unas horas. Esta técnica debe evitarse en cristales como la amatista, ya que perdería su color violeta característico.
  • Exponerlo a la luz de la luna durante una noche.
  • Darle Reiki
  • Pasarlo por la luz de una vela
  • Visualizarlo rodeado de luz
  • Pasarlo por el humo de una varilla de incienso
  • Enterrarlo

          


       El listado anterior incluye los métodos de limpieza y recarga más usuales, pero hay que tener en cuenta que no todos ellos son apropiados para todos los cristales, debido a las características particulares de cada uno. Es necesario, pues, consultar una guía especializada antes de proceder a la limpieza y recarga de un cristal concreto.

 

El cristal es quien elige a su dueño, por eso cuando uno siente atracción por una determinada piedra no debe ignorarla. Seguramente esta atracción se debe a que esa piedra es la más beneficiosa para esta persona.