HISTORIA DEL Dr. BACH


 

          Edward Bach nace el 24 de septiembre de 1886 en Mosley, Inglaterra, de una familia de origen galés. De esta conexión con la cultura galesa hereda el amor, sensibilidad e interés por la Naturaleza y por lo místico.


         Estudia medicina en Birmingham pero cada vez se siente más frustrado por los resultados que obtiene con los tratamientos de la medicina ortodoxa. Eso le lleva a interesarse por la Inmunología y la Bacteriología.


           Colabora en la recuperación de los heridos durante la II Guerra Mundial. Totalmente agotado, sufre una importante hemorragia en 1917. Los médicos le informan de que no le quedan más de tres meses de vida. Bach decide aprovechar el tiempo que le queda para no dejar su obra inacabada y se vuelca en una intensa investigación en su laboratorio. Pasados los tres meses, Bach goza de mejor salud que la que había tenido en los últimos años.


Durante este tiempo investiga una nueva metodología de tratamiento inmunológico basado en gérmenes intestinales. A partir de 1920 entra en contacto con la Homeopatía.


Este proceso vital de enfermedad personal y búsqueda de la curación (suya y de los demás) culmina en 1927 cuando se marcha a Gales, dejando su próspera consulta londinense, y comienza a recorrer los campos con la certera intuición de que las flores tienen poderes curativos poco conocidos.


Allí, en el silencio armonioso de la naturaleza y utilizando la  meditación y el conocimiento interior, desarrolla aún más su gran sensibilidad, todo lo cual le permite percibir las vibraciones y propiedades curativas de la flores. Dedica a esta tarea unos 8 años, entre 1928 y 1936. Durante ese tiempo va descubriendo los 38 remedios que cubren todos los estados mentales negativos que provocan la enfermedad.


Edward Bach muere el 27 de noviembre de 1936, de forma apacible, mientras está durmiendo. Unas semanas antes de morir, afirma a sus colaboradores que está contento de haber cumplido su misión.


         Sus puntos de vista sobre la enfermedad y la curación han quedado reflejados en dos libros: “Cúrese usted mismo” y “Los doce curadores y otros remedios”.